El actor Johnny Depp salió ayer cerca de las seis de la tarde del edificio donde grababa las escenas del filme The Rum Diary. En las afueras, a la orilla de la calle Tetuán en el Viejo San Juan, aguardaba ansioso más de un centenar de fanáticos de Depp y curiosos que pasaban por el lugar.
Con fotografías y afiches en mano, con la esperanza de que el famoso los tocara, o de que por lo menos les lanzara una mirada, aguardaban algunos desde antes del mediodía a que saliera y así, aprovechar la última oportunidad que tendrían de verlo en San Juan.
Mientras esperaban, los que habían estado anteriormente explicaban a los que llegaron por primera vez cómo había sido la dinámica en el lugar: Johnny Depp saldría escoltado por personal de seguridad y de producción de la película, se detendría unos segundos para que las personas le pudieran tomar fotos, caminaría hasta el cruce con la calle La Cruz y saludaría y daría la mano a los que estaban más al frente hasta llegar a la esquina de la calle, donde finalizaba el marullo de gente.
Ve la fotogalería Ya el personal de seguridad lo había advertido, todos podrían tomar fotos, pero no halar al actor ni cruzar el perímetro establecido. De lo contrario, Depp se iría sin terminar su recorrido por la fila de fanáticos.
Sin dejar de gritar por la emoción ante la aparición del hombre más buscado esta semana en el Viejo San Juan, todos esperaron impacientes a que el actor pasara por frente suyo.
Algunas de las chicas aprovecharon para demostrarle al galán hollywoodense el nivel al que llegaba su admiración por él. Saraí Rosario le dibujó un retrato y confiaba en poder entregárselo. Cuando éste pasó por su lado, la joven le indicó que ella era la autora de la obra, a lo que él respondió con un “wow” mientras se detenía unos segundos a admirarla.
María Cristina Zavala le citó unas de las frases que dijo en una de las escenas de una de las películas Pirates of the Caribbean. Ante este detalle, el actor también reaccionó sorprendido. La chica también había podido saludar a Depp el día anterior. En esta ocasión, le gritó cuanto lo amaba. “Él me miró a los ojos y yo empecé a llorar”, relató.
Luego de terminar su recorrido, que duró poco menos de 10 minutos, Johnny Depp se paró sobre uno de los estribos de la guagua negra que lo transportaría al hotel donde se aloja y se despidió por última vez de su fanaticada puertorriqueña en San Juan.
El rodaje de la película en la que Depp interpreta a “Paul Kemp”, un reportero que labora en un periódico de la capital puertorriqueña, se trasladará a varios pueblos de la Isla.
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